Codependencia-Confluencia: Mirada Gestáltica, mirada de esperanza

“No dicen los que sienten, no sienten lo que dicen, no saben lo que sienten”

-Beattie

La problemática de las adicciones constantemente sigue en aumento, pareciera ser un fenómeno que cómo sociedad nos esta sobrepasando. En México hay alrededor de mas de 129 millones de habitantes, la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017, reveló que el consumo de drogas en México aumento un 47% en los últimos 7 años entre la población de 12 a 65 años de edad (Jiménez, 2017).

A la par de este vertiginoso aumento del consumo de drogas, emerge la condición denominada codependencia. Pareciera que el consumo de drogas es una batalla que no tiene fin, ocasionando sufrimiento en la familia, al vivir la familia este sufrimiento, muchas personas se desconectan de su propia vivencia y necesidades para alinearse al sufrimiento, experiencia y necesidades de su familiar con adicción (Díaz, 2017).

El termino codependencia surge en los años setenta en Minnesota en los grupos de tratamiento a personas con dependencia a problemas de alcohol. Con la marcha de la experiencia clínica se percataron que dentro del entorno familiar se configuraba una relación de profunda dependencia por parte de algunos familiares, en este trato cotidiano se olvidaban de si mismas para responder a las necesidades del otro.

El síntoma y sufrimiento de las adicciones es siempre compartido, Danis (2015) afirma que, por cada adicto, hay en promedio cinco personas afectadas. Algunas de ellas son codependientes, algunas desarrollan este síntoma por la cercanía con la persona en experiencia adictiva, otras lo son desde antes, y en ocasiones algunas desde la infancia. Por ende, el termino codependencia se ha utilizado para denominar la situación de aquellas personas que conviven con familiares o personas cercanas que dependen de sustancias químicas.

Entre las personas codependientes se pueden contar familiares, amigos, colegas, empleados, vecinos e incluso médicos, psicólogos y enfermeros (Danis, 2015)

Con estos antecedente no podemos seguir negando que en la adicción no solamente afecta a la persona que consume la sustancia, si no también a su entorno próximo y lejano.

¿Qué es la codependencia/coadicción?

La Codependencia es un grave problema que puede observarse cuando una persona hace girar su vida entorno a la de otra, y al pretender ocuparse casi por entero del adicto, su propia vida se vuelve inmanejable como consecuencia de vivir en una relación tan comprometida con una persona adicta (secretaria y Prevención y Tratamiento de la Drogadicción, s.f). La persona codependiente ha permitido que la conducta de otra persona le afecte y que ésta obsesionada por controlar la conducta de otra persona.

El codependiente es aquella persona que no tiene claro el sentido de su propia realidad, terminan por olvidarse y desconocer sus necesidades o sus deseos. Tienen serios problemas para tomar decisiones, intentan controlar la conducta y vida de su familiar de los demás y terminan por encaminar su propia vida al caos.

Una persona en coadicción no tiene claro sus necesidades, sensaciones, sentimientos y deseos, por eso cree que se sentirá segura si controla el comportamiento de otros

Los Grupos de Autoayuda Bonaerenses en Adicciones (G.A.B.A.) ven a la codependencia como una enfermedad “paralela” a la adicción, e inclusive los GABA refieren que el adicto es dependiente de las drogas, y el codependiente es dependiente del adicto, sin embargo, yo difiero bastante de esta mira, considero que al catalogar la codependencia como una enfermedad condenas a las personas a padecerla siempre. Concordando con Danis, las personas que desarrollan codependencia están tratando de ayudar a su familiar a salir a toda costa del sufrimiento de la adicción, y en este vaivén terminan perdiendo el control de su propio comportamiento y en los extremos de su propia vida. (2015)

Una persona codependiente sacrifica sin cesar su propio equilibrio y bienestar. Mas adelante explicare como desde el enfoque Gestalt la codependencia es un modo de relación, una manera de hacer contacto que se da en la frontera de contacto, desde la mirada gestáltica le llamaremos confluencia.

Características de un codependiente

Es difícil ubicar características o poner etiquetas a las personas, ya que cada ser humano es único y singular, cada quien tiene formas únicas de expresar sus sentimientos, necesidades y emociones, sin embargo, se encuentra un patrón en común entre personas que han vivido en un determinado tipo de ambiente, menciona Merleau Ponty “un sujeto no es otra cosa que una posibilidad de situaciones”.

Amancio (2006), refiere que esta persona puede presentar:

Baja autoestima

Creen no merecer, sienten vergüenza pues sienten que hay algo malo en ella.
No se atreven a expresar sus opiniones, carecen de falta de fe en ella misma.
No acepta su apariencia física ni cree en sus habilidades.
Trata mejor a los demás que a sí mismas.
No se detiene a detectar sus necesidades.

Control

Necesita mantener el control externo, teme sentir que lo pierde.
Manipula, chantajea, domina y exige para lograr lo que quiere.

Dependencia

Busca su bienestar externamente, rara vez dentro de sí misma.
No confía en sus propios recursos.
Depende del juicio de los demás para crearse uno propio.
Tiene mucho miedo de perder la relación con las personas. Cuando sucede busca depender de alguien más.

Limites

Tiene una gran tolerancia a mantenerse en situaciones de estrés, de angustia.
Al no saber poner límites, responsabiliza a los demás de lo que le sucede.
Permite el maltrato, el abuso y la falta de respeto de otros.
Como no puede detectar sus necesidades reales, nada le es satisfactorio.

Desconfianza

No confía en si misma
Teme mostrarse tal cuales si esto implica verse diferente a los demás.
Se avergüenza de lo cree de sí misma.
Desconfía de la sinceridad, honestidad y bondad de otros, pues no la siente en sí misma.

Falta de expresión

Al desconocer lo que realmente necesita, no sabe expresar lo que siente, en vez de ello demanda, provoca culpa en el otro, controla o simplemente calla.
Siempre espera que le sean atendidas sus necesidades sin exponerlas y se resiente al no recibir respuesta.
No expresa sus ideas con libertad, se siente insegura ante la evidencia.

Desensibilización

Niega los problemas y se mantiene ocupado para no sentir.
Si logra manifestar sus sentimientos estos tienen que ver con los demás, le es difícil sentir hacia sí mismo.

Codependencia: Desde la mira gestáltica

Las características previamente mencionadas en una persona codependiente, se identifican en personas que tienen un modo de relación confluente, esto quiere decir que la persona se confunde con el medio (Diaz, 2015). No logra establecer límites entre lo que es interno y externo. El individuo confluente no logra adquirir autonomía y le cuesta o no logra diferenciar pensamientos y sentimientos propios o ajenos, tiene dificultad para hablar por el mismo, y siente ansiedad cuando se encuentra rodeado de otras personas que si lo hacen.

Un ejemplo dentro de la postura existencial que mantiene la persona con problemas de codependencia inicia con Yo estoy bien y tú eres incapaz, para después internalizarlo en Nosotros sufrimos (Diaz 2017). La vivencia de sufrimiento es rebasada por ellos, siendo incapaces de superarlo, volcándose en una relación confluente siendo incapaces de diferenciar los limites de donde comienza uno y de donde termina el otro.

Wollants refiere que la persona no es la que esta enferma, que lo que genera la situación problemática es la manera de estar en el mundo, y para comprender a un hombre hay que intentar saber cómo se relaciona con el mundo.

Desde la compasión y humanidad que caracteriza el enfoque Gestalt, se observa la situación del sufriente. Wollants menciona lo siguiente, lo cual me encanta “Si una persona está sufriendo, está sufriendo por su situación, por su interacción con el mundo, y, en consecuencia, su situación también padece” (2015). Considero que esta aportación encaja perfectamente en las adicciones y la codependencia, el codependiente sufre por la manera de interactuar con el mundo, por la manera en la que hace contacto, siendo este contacto estereotipado y rígido alejado de la novedad, y cuando no hay novedad en el contacto no es nutricio.

Parafraseando a Diaz (2017), la persona confluente esta llenas de introyectos y de creencias debeistas que ha perdido la capacidad de interactuar y reaccionar espontáneamente y por lo tanto también es incapaz de diferenciar su propia experiencia y la experiencia de su familiar con experiencia adictiva.

Las intervenciones como psicoterapeutas están encaminadas a proporcionar apoyos específicos en este modo de relación, evitando la rigidez y promoviendo el darse cuenta del cliente a través de fomentar la diferenciación, pero, tomando en cuenta la experiencia del cliente, puesto que de otro modo le confirmaríamos su incapacidad para satisfacer sus propias necesidades.

En mi experiencia terapéutica

Me en encontrado con familiares muy lastimados, por profesionales de la salud que los juzgan duramente y les reprochan que ellos entorpecen el tratamiento de sus familiares en experiencia adictiva. Y en muchos de los casos es así, sin embargo, la persona que padece la codependencia también esta sufriendo y desde mi perspectiva cuando se entorpece el tratamiento de rehabilitación no lo hace con la intención de dañar, simplemente su manera de contactar en este momento de su vida se ha vuelto tan rígido que no da paso a la novedad, para que surja algo diferente.

En mi experiencia clínica me he topado con familiares, que consideran o comparan la droga, dicen “prefiero ir yo, pero que este en casa”, para saber en donde se encuentra, o que niegan la conducta de consumo. Siento que detrás de estos comportamientos hay mucho miedo a perder el control, cuando el control lo han perdido desde hace mucho.

El trabajar con el enfoque Gestalt, veo como no se sienten enjuiciados, sino, entendidos, pero sobre todo acompañados en esta experiencia tan dolorosa que parece no tener fin.

Desde mi experiencia personal

En mi familia el tema de las adicciones es recurrente, mi padre desde que yo tengo memoria ha sido un consumidor que abusa del alcohol, y madre falleció a raíz del consumo de drogas.

Yo viví el abuso de mis padres hacia las drogas generando una conducta codependiente, algunas de las características mencionas previamente me llegan como anillo al dedo, sin embargo, actualmente no me considero codependiente, logro diferenciar cuando hago un contacto estereotipado y no me puedo retirar de la experiencia y cuando contacto de maneras que son saludables para mí y mi entorno.

Como menciona Amancio (20016) los hijos de alcohólicos no expresan lo que siente Ya que en casa generalmente no se hablaba del problema, o no directamente, tendía hacer muy desconfiada (actualmente lo soy, pero no tanto) y solía vivir con mucha vergüenza. Sin embargo, coincido completamente con Wollants (2015) “una persona es capaz de reconocer las exigencias de la situación bajo condiciones favorables, puede responder adecuadamente a su entorno”.

Referencias

Amancio, A (primavera del 2006). Confluencia-Codependencia Gestalt-Grupos Al-non Una experiencia de integración eficaz, Figura/Fondo, (19), p.37-55. Instituto Humanista de Psicoterapia Gestalt: México

Diaz, Francisco (2015). Dialogo al latir de dos corazones: Manual de psicoterapia Gestalt Dialogal. México. Editorial Temacilli

Diaz, F (2017). Del aislamiento a la vida… psicoterapia Gestalt para el acompañamiento de la experiencia adictiva. México. Editorial Temacilli

Danis, D (2015). Desde el corazón de la codependencia. México. Editorial Paidós.

Secretaria y Prevención y Tratamiento de la Drogadicción de la Provincia de Buenos Aires- Argentina (s.f). Grupos De Autoayuda Bonaerense En Adicciones (GABA)

Wollants, G (2015) Gestalt terapia de la situación. Santiago de Chile. Editorial Cuatro vientos

Jimenez, E (2017) Blog URL http://www.milenio.com/policia/encuesta-consumo-drogas-alcohol-tabaco-mexico-manuel_mondragon-noticias_0_982101961.html

Datos de la autora