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LOS DEMONIOS DEL DESARROLLO

  • Aleli Gutiérrez
  • 3 jul 2017
  • 4 Min. de lectura

Dentro de la psicoterapia Gestalt existen 3 demonios del desarrollo, o tres cuestiones que impiden el desarrollo adecuado de una Gestalt y por lo tanto la persona crea modos de relación rígidos y disfuncionales.

Primer demonio del desarrollo: Introyectos

Los introyectos son procesos psicológicos, este modo de relación tiene su aspecto funcional porque es una de las maneras en la que se aprende. Sin embargo, como dice la Dr. Ocampo “me trago sin digerir lo que me dan”, es aquí cuando el individuo asume normas, creencias, conductas debeistas que no son congruentes con sus necesidades.

En los introyectos no hay un proceso de discernimiento. Están basados en las conductas debeistas y el yo ideal.

Existe una historia muy común para explicar los introyectos, una pareja está cocinando y va a meter al horno el pavo, pero antes de meterlo le corta un trozo de carne de la cola, el marido, le pregunta a su esposa – "¿por qué cortas ese pedazo de carne que aun esta bueno?" Ella responde por "que así va la receta hacia lo hacia mi madre". Él no conforme con la respuesta le pregunta a su suegra y ella le responde que hacia lo hacia su madre, él va con la abuela y le pregunta lo mismo, y la abuela responde que hace años su horno era muy chico y no cabía el pavo completo.

Lo que podemos rescatar de esta historia es que en algún momento esa creencia o

idea era funcional, el problema surge cuando la persona hace propia la creencia sin siquiera cuestionarla.

Algunos ejemplos de introyectos que algunos pacientes o compañeros me han compartido:

​​

  1. Las mujeres recatadas no se pintan las uñas de rojo ni la boca, eso solo lo hacen las putas.

  2. Los hombres no lloran.

  3. La terapia es para locos

  4. Llorar es para débiles

  5. Enojarse está mal, a nadie vas a agradar así.

​​​​​​​​​​​​​​​​No siempre son palabras que nos dicen los demás, en algunas ocasiones basta con una mirada, un gesto de aprobación o desaprobación o puede que ni siquiera esa creencia estaba dirigidos a nuestra persona, simplemente la hicimos propia y ahora eso genera malestar.

Este demonio del desarrollo es una de los obstáculos más importantes que tienen las personas para contactar y atender sus necesidades emocionales.

Segundo demonio del desarrollo: Experiencias obsoletas

Las experiencias obsoletas nos atan al pasado, suelen ser dolorosas, usualmente hay emociones y sentimientos que nos duele afrontar y seguimos comportándonos igual, aunque nuestro campo se haya modificado.

Historia del elefante

“Un niño y su padre van saliendo del circo y el niño ve a un enorme elefante que está atado a una estaca clavada en el piso, el niño mira con extrañeza al elefante y le pregunta a su padre:

– Papá, ¿por qué si es tan grande el elefante, no se escapa?

El papá miró y analizó la situación antes de contestar, luego le dijo a su hijo:

– Me imagino que, cuando el elefante era pequeño y lo ataron a esa estaca, lucho y lucho para zafarse, pero no tenía las fuerzas para liberarse, él lo siguió intentando todos los días, por semanas, o quizá por meses, hasta que se dio por vencido al ver que no podía lograr lo que intentaba. Pasó el tiempo y el elefantito creció, pero no se dio cuenta de que ahora era más fuerte y que bastaría con que volviera a intentarlo una sola vez para ser libre. Él se quedó atrapado, más que por la cadena y la estaca, por la creencia originada cuando era muy pequeño, de que era inútil cualquier cosa que hiciera para poderse zafar.”

Con esta historia nos podemos dar cuenta como en muchas ocasiones quedamos estancados a un tipo de comportamiento o experiencia, sin contemplar que el entorno/campo y el mismo organismo ya cambio, y las personas siguen sin actualizar sus recursos, lo cual les resulta difícil entender y satisfacer sus necesidades emocionales actualmente.

Cada año se actualiza prácticamente todo, los modelos de autos, celulares, televisiones en fin la lista es inmensa, planteado de esta manera suena ilógico que el ser humano se limite a querer seguir siendo el mismo o seguir teniendo los mismos comportamientos.

Una de mis experiencias obsoletas, que representaba la punta del iceberg, cuando era pequeña, y mi papa compraba pan dulce, si yo no me comía pronto mi pieza alguno de mis hermanos se la iba a comer, así que aunque yo ya estuviera satisfecha, lamia mi pieza de pan y decía “apartada”, así lo hice durante años, cuando vivo con mi esposo (en ese momento me encontraba asistiendo a mi proceso terapéutico), mi pareja y yo compramos pan dulce y yo ya estaba satisfecha así que comencé a lamer mi pan, él me miro extrañado, preguntándome que hacía, en ese momento, me limite a responder “pues apartarlo”, me quede pensando en esa acción de porque lo seguía haciendo, cuando tengo la cita con mi terapeuta le comparto que eso me llamo la atención, y juntos llegamos a la conclusión que mi campo ya había cambiado, que ya no era necesario seguir comportándome de esa manera, y de esa manera comencé a darme cuenta un sinfín de experiencias obsoletas que me aferraba a mantener.

Tercer demonio del desarrollo: Asuntos inconclusos

Un asunto inconcluso es básicamente son producto de situaciones pasadas, o está en el presente, pero por algún momento su razón principal esta encubierta.

Menciona Celedonio Castanedo los asuntos inconclusos son básicamente producto de situaciones pasadas o conflictos intra-psíquicos no resueltos. Algunas manifestaciones de situaciones inconclusas son el resentimiento o la rabia no expresada a los padres, hermanos, pareja, y a otras personas significativas. Además, los asuntos inconclusos son consecuencia del amor no expresado, la culpabilidad no-resuelta, las acciones del pasado no-aceptadas, etc. La no resolución puede implicar otras personas o algunos aspectos de uno mismo. Cuando las personas no actúan adecuadamente para hacer un cierre, cuando no pueden olvidar las acciones que han ocurrido en el pasado, o cuando no aceptan las situaciones como son, entonces son incapaces de funcionar de forma sana y enérgica.

Bibliografía

Diaz, Francisco (2015). Dialogo al latir de dos corazones: Manual de psicoterapia Gestalt Dialogal. México. Editorial Temacilli. Pag 22

Ocampo, P (2017). Haciendo Haz-siendo Gestalt: Esquemas para el trabajo psicoterapéutico. México. Editorial Pax México. Pag 22

 
 
 

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