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Adicción: Cuando la cura se convierte en problema


Mi abuela menciona un dicho “ me salió más caro el caldo que las albóndigas” y este sabio refrán se aplica a situaciones en las que lo superfluo termina por costarnos más caro que lo que realmente necesitábamos. Lo mismo ocurre cuando tenemos un problema y recurrimos a soluciones que en algún momento se pueden convertir en problema.


La adicción

Considero que hay ciertos componentes que caracterizan una adicción: Vergüenza, culpa, soledad y aislamiento, entre otros sin embargo en mi praxis son los que más me resaltan

Cárdenas citando a Yontef menciona que la vergüenza “es el sentimiento que acompaña a la experiencia de no estar bien y/o no ser lo suficientemente apto, la sensación de sentirnos mal, inadecuados o indignos en la propia esencia, de no estar bien en el propio núcleo; las reacciones de vergüenza son respuestas emocionales y de valoración negativa de uno mismo, de lo que uno es, cómo es y qué hace”. Este sentimiento de inadecuación es acompañado antes de la adicción y se incrementa durante el proceso adictivo, guiándonos por la teoría de Erikson la vergüenza se desarrolla en la segunda etapa de los 18 meses a los 3 años, en la cual es la autonomía vs vergüenza/duda. Esta etapa está ligada al desarrollo muscular y de control de las eliminaciones del cuerpo. Este desarrollo es lento y progresivo y no siempre es consistente y estable, por ello el bebé pasa por momentos de vergüenza y de duda. Cuanto más crece el niño más autonomía va a poseer, de esta forma, es en este momento cuando se da comienzo a una actitud autónoma muy potente. El cambio que se ha producido es, por lo tanto, de control externo a un control interno. El niño sabe qué es lo que tiene que hacer ya que es aquí cuando empieza a aparecer el criterio, lo que quieren y lo que no. La vergüenza o la duda aparecen como compensadores de esta fuerza para defender su criterio, de manera que no se excedan y sean capaces de dar criterios razonables, y ver ciertos límites. El propio sentimiento de autonomía y la actitud que adopten los padres son fundamentales en el desarrollo de la autonomía del niño. La vergüenza y la duda aparecen como compensadores de esta fuerza. A este período comprendido entre el año y medio y los tres años se le llama los 'terribles 2 años', que marcan la autonomía, y aumentan entorno a los 3 años y medio, empezando a disminuir a los 6. Si se supera con éxito tendremos niños autónomos, de lo contrario, niños dudosos y vergonzosos.

La vergüenza que siente el niño es un introyecto, siguiendo a Yontef la familia lo va formando por medio de creencias, sentimientos, conocimientos, estilos de vida y le expresa atreves de actitudes, acciones y palabras lo que es bienvenido y lo que no es. Cuando los padres se alejan fríamente o reaccionan con enojo ante un acontecimiento, el niño, confundido, no lo comprende y automáticamente asume que debe haber algo “malo” en él, pero no sabe que es, dando inicio al proceso que origina el sentimiento de vergüenza.

Es importante diferenciar entre vergüenza y culpa, resumiendo la vergüenza es el sentimiento de ser inadecuado o indigno, sentirse insuficiente Cárdenas citando a Fossum, menciona que es el yo, juzgando al yo. Y la culpa es el remordimiento por algún acto cometido, cuando la persona repara el acto, la culpa disminuye o desaparece.

En la experiencia adictiva la soledad es el sentimiento prolongado, desagradable, involuntario de no estar relacionado significativamente o de manera próxima con alguien. Es un sentimiento que la persona experimenta independiente de estar solo o no, en la adicción la soledad conlleva al aislamiento en donde la persona experimenta sentirse separado de los demás.


Cuando la cura se vuelve el problema


Siguiendo la línea de la teoría revisada, las personas para solucionar o aminorar la sensación de vergüenza recurren al consumo de sustancias, y posiblemente mientras se encuentran anestesiados o extasiados por el consumo, los problemas son olvidados, pero después vuelven a sentir y a vivir sus mismos problemas, sumando un nuevo problema LA ADICCIÓN y las consecuencias que esta traerá en la vida de la persona, en sus familiares, trabajo, comunidad y sociedad, es entonces aquí cuando la “cura” se convierte en un problema.


En mi experiencia terapéutica


Cuando se trabaja con el modelo de entrevista motivacional, los clientes, vislumbran por si mismos los problemas que les acarrea el consumo en las diferentes esferas de su vida.

El trabajar con personas que consideran a la adicción una solución a sus problemas, y se encuentran en la etapa de precontemplación según la teoría del cambio de Diclemente y Prochaska, es probable que el paciente concurra por constricción externa (orden judicial, familiares, etc.), manifestando negación del problema y sin considerar realmente el cambio.

Con ayuda de la técnica balance decisional, el paciente comienza a hacer consciente las ventajas y desventajas de consumir, y las ventajas y desventajas de realizar un cambio, desde su propia experiencia, no desde lo que el terapeuta o los demás consideran que está bien o mal.

Atendía a un chico de 16 años, refería consumir mariguana y metanfetaminas desde hace un año aproximadamente, durante la sesión mencionaba, que no se sentía valorado en su familia, que sentía que todo lo hacía mal, y con sus amigos se sentía bien, que consumir no había traído ningún problema para él, que su mamá estaba exagerando.

Rescatando un fragmento de la sesión:

¿En que eres el mejor?, -me dice en tomar más rápido la cerveza y “soy el mejor en sacar dragones” (fumar cristal).

¿Cómo se siente ser el mejor? Super chingon.

¿Has sido el mejor en alguna otra ocasión? Si (con la cara de alegría) en rapear, jugar futbol y en rapel…. Después de un momento en silencio – pero ya no puedo hacer nada de eso, me canso de correr, ya no hago otra cosa más que fumar casi todo el día, ya ni siquiera estoy con mis amigos, y cuando estamos juntos…

Yo le refiero que la discrepancia cognitiva, entre no me pasa nada, y las consecuencias que él nota en su vida.


Bibliografía


Muñoz. M. (2005). Figura fondo: La vergüenza un sentimiento inadecuado personal. edición 17, pag 75

Clemmens, M. (2017) Conferencia; Adicción y vergüenza: sanar la sensación de ser indigno en el proceso de recuperación (no publicado)

http://psicobloga.blogspot.mx/2009/01/aislamiento-y-soledad.html

http://eerikson.weebly.com/autonomiacutea-vs-verguenza-o-duda.html

Datos de la autora





Psicóloga Gestalt

Alelí Gutiérrez

(664) 291 3653

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