El auge del consumo de sustancias y su correlación con la depresión y la desconexión social
- Aleli Gutierrez
- hace 10 horas
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En las últimas décadas, se ha observado un aumento significativo en el consumo de sustancias psicoactivas, tanto legales (como el alcohol, el tabaco y fármacos recetados) como ilegales. Esta tendencia no debe analizarse únicamente desde la perspectiva de la adicción o del uso recreativo, sino también considerando sus vínculos con problemas de salud mental —como la depresión— y con fenómenos sociales de aislamiento, falta de interacción y debilitamiento de los vínculos interpersonales.
Consumo de sustancias: tendencias y contexto
El contexto reciente —por ejemplo, la pandemia de COVID-19 y las medidas de distanciamiento físico— ha exacerbado factores de riesgo vinculados al consumo de sustancias. En México, un estudio transversal encontró que durante la pandemia la proporción de personas que reportaron aumento en el consumo de alcohol, tabaco o marihuana era significativa, y existía asociación con síntomas depresivos y ansiosos. (Rodríguez-Rincón et al., 2023)
Además, en un estudio con residentes del barrio de Harlem en Nueva York, más de un tercio (38.7 %) reportó iniciar o aumentar el consumo de sustancias durante la pandemia; aquella conducta estuvo asociada con mayor severidad de síntomas depresivos. (Vu et al., 2023)
Estos hallazgos sugieren que periodos de estrés social, inseguridad, aislamiento y cambios en la vida cotidiana pueden generar un aumento en el consumo de sustancias, sea como mecanismo de afrontamiento o búsqueda de alivio inmediato.
Depresión y consumo de sustancias: una relación bidireccional
La literatura indica que la depresión y el uso de sustancias están estrechamente vinculados. Por ejemplo, en un estudio con adolescentes en Corea del Sur, se halló que la soledad y la depresión aumentaban significativamente la probabilidad de consumo de tabaco, alcohol o drogas; la depresión medía parcialmente la relación entre soledad y uso de sustancias. (Kim, 2024)
Del mismo modo, la presencia de síntomas depresivos en adultos de Harlem se asoció con un mayor índice de inicio o aumento de consumo de sustancias durante la pandemia. (Vu et al., 2023)
Este vínculo puede interpretarse de varias formas: la depresión puede llevar a auto-medicación con sustancias; al mismo tiempo, el uso de sustancias puede exacerbar o precipitar síntomas depresivos por alteración neuroquímica, deterioro funcional o fracaso de expectativas.
Desconexión social, soledad y consumo de sustancias
La falta de interacción social y la sensación de desconexión también juegan un papel crítico. Un estudio de Estados Unidos halló que la ausencia de amigos cercanos o miembros de grupos religiosos con contacto frecuente estaba asociada con mayor riesgo de trastornos del estado de ánimo, de ansiedad y de consumo de alcohol/ drogas. (Hasin et al., 2011)
En otra investigación, se encontró que la soledad se asociaba con mayor consumo problemático de alcohol, sobre todo en contextos de ansiedad o depresión. (Stickley et al., 2023)
Estos hallazgos sugieren que la interacción social —y la calidad de los vínculos— actúa como factor protector frente al consumo excesivo de sustancias y frente a la depresión. La desconexión, en cambio, puede propiciar el uso de sustancias como forma de buscar alguna sensación de alivio o conexión, aunque sea efímera.
Mecanismos explicativos y dinámicas de correlación
Varias dinámicas pueden explicar estos vínculos:
Auto-medicación emocional: personas que experimentan depresión, estrés o aislamiento pueden recurrir a sustancias para mitigar malestar interno, vacío o soledad.
Degradación de redes sociales: el consumo frecuente de sustancias, o la dependencia incipiente, puede erosionar relaciones sociales, reducir la participación comunitaria y aumentar el aislamiento, lo que a su vez profundiza la depresión.
Desregulación neurobiológica: el uso habitual de sustancias altera neurotransmisores, regiones cerebrales de recompensa y motivación, lo que puede agravar síntomas depresivos y reducir la iniciativa para conectar socialmente.
Factores de estrés socioambiental: desempleo, inseguridad habitacional, inseguridad alimentaria, cambios de vida por pandemias, entre otros, pueden promover tanto el aislamiento social como el consumo de sustancias como forma de afrontamiento. En el estudio de Harlem, la inseguridad habitacional se asoció con una mayor probabilidad de aumentar el consumo de sustancias. (Vu et al., 2023)
Estas dinámicas crean un ciclo de retroalimentación: aislamiento → consumo → mayor aislamiento y empeoramiento del estado de ánimo.
Implicaciones para la salud pública y la intervención psicológica
Dada la correlación entre consumo excesivo de sustancias, depresión y desconexión social, las intervenciones deben ser integrales y abordar los tres aspectos simultáneamente. Algunas recomendaciones:
Promover programas de prevención que incluyan educación sobre salud mental, habilidades de afrontamiento y fortalecimiento de vínculos sociales.
Desarrollar estrategias comunitarias que reduzcan el aislamiento social, fomenten la participación en redes de apoyo, grupos de pertenencia y actividades colectivas.
Incorporar en los servicios de tratamiento para consumo de sustancias la evaluación sistemática de síntomas depresivos, nivel de apoyo social y grado de aislamiento, para intervenir desde múltiples frentes.
Políticas públicas que atiendan determinantes sociales (empleo, vivienda, seguridad alimentaria) ya que éstos modulan tanto la vulnerabilidad al consumo de sustancias como a la depresión y al aislamiento.
Fomentar el acompañamiento emocional y la construcción de redes sociales auténticas, no solo el uso de tecnología como sustituto de la conexión humana profunda, pues la soledad prolongada se asocia con mayor depresión. (Lee & Kim, 2025)
Conclusión
El consumo excesivo de sustancias no puede entenderse únicamente como un problema individual de adicción o elección personal. Está fuertemente correlacionado con la depresión y con la falta de conexión o interacción social auténtica. Los datos muestran que la soledad, el aislamiento y el debilitamiento de las redes de apoyo actúan como factores de riesgo tanto para la depresión como para el inicio o aumento del consumo de sustancias.
Asimismo, la depresión y el consumo pueden interactuar y reforzarse mutuamente, generando ciclos de vulnerabilidad. Para responder adecuadamente a esta compleja realidad, se requiere un enfoque que integre salud mental, prevención de sustancias y promoción de interacción social significativa.
Referencias
Hasin, D. S., Stinson, F. S., Ogburn, E., & Grant, B. F. (2011). The association between social isolation and DSM-IV mood, anxiety, and substance use disorders: Wave 2 of the National Epidemiologic Survey on Alcohol and Related Conditions. Journal of Clinical Psychiatry, 72(11), 1468-1476. https://doi.org/10.4088/JCP.10m06310af.
Kim, H. (2024). The mediating effect of depression on the relationship between loneliness and substance use in Korean adolescents. Behavioral Sciences (Basel), 14(3), 241. https://doi.org/10.3390/bs14030241.
Lee, F., & Kim, R. (2025). The impact of social isolation upon adolescents’ depression. International Journal of Research in Psychiatry, 4(2), 20-24. https://doi.org/10.22271/27891623.2024.v4.i2a.53.
Stickley, A., Koyanagi, A., & Oh, H. (2023). [Associations between social isolation, withdrawal, and addictive behaviours]. Addiction Psychology Association Report. (abridged). https://doi.org/… (Note: traducción libre del título)
Vu, T. T., Dario, J. P., Mateu-Gelabert, P., Levine, D., Punter, M. A., Borrell, L. N., & Ngo, V. K. (2023). Substance use patterns and their association with depression and social factors during COVID-19 among Harlem residents in New York City. Journal of Community Health, 48(6), 937-944. https://doi.org/10.1007/s10900-023-01253-1.
Rieselbach, M. M., Corley, R. P., Hewitt, J. K., & Rhee, S. H. (2023). Anxiety-specific associations with substance use: Evidence of a protective factor in adolescence and a risk factor in adulthood. Development and Psychopathology, 35(3), 1484-1496. https://doi.org/10.1017/S0954579422000232.
Rodríguez-Rincón, J., et al. (2023). Substance use and psychological distress in Mexican adults during COVID-19 pandemic: A cross-sectional study. Addictive Behaviors Reports, (in press). https://doi.org/10.1016/j.abrep.2023.100504





































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